Moniciones-CICLO "B"-

sábado, enero 21, 2006

DOMINGO 3. DEL T. O.

«Infancia Misionera»


ENTRADA

¿Buscamos a Dios por interés? Él nos busca "por amor". Su Hijo nos llama a Ser "pescadores de hombres". En torno a él aprenderemos a ser trabajadores del reino.

¿Nos da miedo su invitación? ¿Preferimos la comodidad en que vivimos? ¿No nos duele la desunión en que estamos los cristianos?

Ahí están también los niños de las tierras de misión, y nuestros niños que crecen sin una experiencia de Dios... porque no sabemos dársela.

Cargados de estas preocupaciones sumerjámonos en esta celebración litúrgica y respondamos a la invitación que Dios nos lanza en su Hijo. Seamos agradecidos.


Canto de entrada

¡Qué alegría cuando me dijeron:

«Vamos a la casa del Señor»!

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales, Jerusalén.

Por mis hermanos y compañeros

voy a decir: «La paz contigo».

En la casa del Señor, nuestro Dios

te deseo todo bien.


SALUDO

Dios Padre que en Jesús, el Señor, nos invita a seguirle y nos ilumina con la luz de su Espíritu, esté con todos nosotros.

ACTO PENITENCIAL

"Convertíos y creed en el Evangelio", nos dice Jesús. Haciendo nuestro este mensaje, nos reconocemos limitados y pedimos su perdón:

‑ Dios del Amor, que siempre muestras tu gloria en la bondad y la misericordia hacia todos. Señor, ten piedad.

‑ Dios de la Entrega, que nos anuncias la buena noticia del Reinado de la justicia y de la paz. Cristo, ten piedad.

‑ Dios de la Vida, que nos haces participar en tu misma tarea de ayudar a ser felices a las personas. Señor, ten piedad.

Oración: Señor, ya que nos anuncias la llegada de tu Reino, perdónanos para que seamos ciudadanos de ese nuevo mundo que construyes con tu amor. Por Jesucristo.

Jon 3, 1-5.10

Jonás recibe la misión, de parte de Dios, de ir a Nínive a anunciar su destrucción; ante este anuncio la ciudad se arrepiente de su mal obrar, y genera una auténtica conversión que va desde los gestos externos hasta la nueva orientación de la vida de sus gentes; al ver Dios este modo de proceder se compadece de aquellas personas y muestra su misericordia con el perdón.


SALMO RESPONSORIAL (Sal 24)



1Co 7, 29-31

Cuando Pablo escribe estas líneas que ahora escucharemos está convencido de la inminente llegada del señor Jesús y del fin de los tiempos, por lo que afirma que no es necesario preocuparse mucho por las cosas que son de mínima duración, y que es mejor vivir mirando a lo definitivo y duradero; es un mensaje para que relativicemos lo que somos y tenemos, pues esta vida es pasajera.

Mk 1, 14-20

En este fragmento del Evangelio que vamos a leer Marcos nos relata lo que fue la primera predicación de Jesús": "El reino de Dios está cerca; convertíos y creed la Buena Noticia". Y esta predicación arrastró a algunos a dejarlo todo rápidamente para seguir a Jesús.


ORACIÓN DE LOS FIELES

Con la confianza que nos da saber que Dios Padre siempre escucha y atiende nuestras necesidades, le decimos:

¡Danos tu fuerza, Señor!

‑ Para que la Iglesia proclame en todo momento la bondad y la misericordia de nuestro Dios, revelado en Cristo Jesús. Oremos.

‑ Para que nuestros mensajes y actitudes nunca sean de juicio ni de condena, sino de perdón y salvación, como aprendemos de Jesús. Oremos.

‑ Para que los cristianos seamos capaces de acoger y escuchar la llamada de Jesús para dejar lo que nos esclaviza y seguirle con limpio corazón. Oremos.

‑ Para que nuestra comunidad (parroquial), llena del perdón del Padre, sea capaz de trabajar por el perdón y la reconciliación de los pueblos y las gentes. Oremos.

Oración: Venimos a tu presencia, Señor, con nuestra pequeñez y nuestra pobreza, pero también con toda nuestra confianza en tu amor; por esto te rogamos que nos escuches con bondad y nos concedas cuanto te hemos pedido. Por Jesucristo.


Canto de comunión

Oh, Señor, yo no soy digno...


Avisos:

jueves, enero 05, 2006

V. EL BAUTISMO DEL SEÑOR

Domingo – 8 de Enero


MONICIÓN DE ENTRADA

La liturgia nos invita hoy a celebrar el Bautismo de Jesús y actualizar en nosotros aquellas palabras de Dios referidas a Jesús: “Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto”.

Como cristianos, nuestra tarea es oír y mirar a Jesús, porque es la imagen y la voz de Dios, que nos abre horizontes que nunca podíamos soñar. Que esta celebración nos ayude a ser fieles al Bautismo que un día recibimos.


CANTO DE ENTRADA Y PROCESIÓN

Este es el día en que actuó el Señor
sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Dad gracias al Señor porque es bueno
porque es eterna su misericordia: Aleluya! Aleluya!

Abridme las puertas del triunfo,
y estraré para dar gracias al Señor.
Ésta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella
Yo no he de morir, yo viviré
para contar las hazañas del Señor.



ACTO PENITENCIAL


Hoy es un día especialmente propicio para hacer como Acto Penitencial el rito de la Bendición y Aspersión del agua

Sacerdote:

Invoquemos, hermanas y hermanos, a Dios Padre,
para que bendiga esta agua,
que va a ser derramada sobre nosotros en memoria de nuestro bautismo,
y pidámosle que nos renueve interiormente,
para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.


Instantes de oración en silencio


Dios de bondad y de misericordia,
que por medio del agua,
fuente de vida y medio de purificación,
quisiste limpiarnos del pecado
y darnos el don de la vida eterna;


dígnate bendecir (+) esta agua,
para que sea signo de tu protección
en este día consagrado a ti, Señor.


Por medio de esta agua,
renueva también en nosotros la fuente viva de tu gracia,
y líbranos de todo mal,
para que siempre vivamos con el corazón limpio
y recibamos dignamente tu salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

El sacerdote toma el hisopo, se rocía a sí mismo y, luego, rocía a la Asamblea. Mientras tanto, se entona un canto apropiado.

Un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo,
un solo Dios y Padre.

Llamados a formar un solo cuerpo
en un mismo Espíritu. Cantamos y proclamamos:

† Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado
y, por la celebración de esta eucaristía,
nos haga dignos de participar del banquete de su Reino.
Amén.



MONICIÓN A LAS LECTURAS

El profeta Isaías invita a mirar al siervo elegido por Dios, que traerá el derecho y la justicia a las naciones. Su misión es liberar, sacar de la esclavitud, abrir los ojos del ciego, iluminar a todas las naciones.

Estas promesas, que se cumplen con Jesús, tienen su continuidad en nosotros. También nosotros hemos sido hechos hijas e hijos de Dios por el Bautismo, y somos impulsados a continuar su misión liberadora.


Primera Lectura

Lectura del libro del profeta Isaías 55,1-11

Esto dice el Señor:
- Oíd, sedientos todos, acudid por agua,
también los que no tenéis dinero:
venid, comprad trigo, comed sin pagar
vino y leche de balde.

¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta
y el salario en lo que no da hartura?
Escuchadme atentos, y comeréis bien,
saborearéis platos sustanciosos.

Inclinad el oído, venid a mí:
escuchadme y viviréis.
Sellaré con vosotros alianza perpetua,
la promesa que aseguré a David:
a él lo hice mi testigo para los pueblos,
caudillo y soberano de naciones;

tú llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo que no te conocía correrá hacia ti;
por el Señor, tu Dios,
por el Santo de Israel, que te honra.

Buscad al Señor mientras se le encuentra,
invocadlo mientras está cerca;
que el malvado abandone su camino,
y el criminal sus planes;
que regrese al Señor, y él tendrá piedad,
a nuestro Dios, que es rico en perdón.

Mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
-oráculo del Señor-:
Como el cielo es más alto que la tierra,
mis caminos son más altos que los vuestros,
mis planes, que vuestros planes.

Como bajan la lluvia y la nieve del cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan al que come,
así será mi palabra, que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que hará mi voluntad
y cumplirá mi encargo.


salmo responsorial

Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6

MELODÍA

Él es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré;
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.

Dad gracias al Señor,
invocad su nombre;
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el santo de Israel».


Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5,1-9

Queridos hermanos:
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Aquél que da el ser ama también al que ha nacido de Él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.

¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo.


Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,6b-11

En aquel tiempo, proclamaba Juan:
- Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:

- Tú eres mi Hijo amado, mi preferido.



ORACIÓN DE LOS FIELES

Porque sabemos que Dios Padre siempre nos escucha, nos dirigimos a Él con la confianza y la sencillez de los hijos, diciendo:

¡Muéstranos tu rostro, Señor!

—Por la Iglesia, para que haga del sacramento del Bautismo el inicio de una vida de fe y de entrega cristiana para la construcción de un mundo más justo y sin pobreza. Oremos.

—Por los cristianos, para que seamos consecuentes con el Bautismo que nos incorporó a la Iglesia y trabajemos por el anuncio del Evangelio. Oremos.

—Por los padres cristianos, para que al solicitar el Bautismo para sus hijos lo hagan con responsabilidad y libertad, asumiendo el compromiso de educarlos en la fe. Oremos.

—Por nuestra comunidad parroquial, para que todos los bautizados se sientan acogidos y respetados, superando todas las diferencias que nos separan. Oremos.

† Acoge, Señor, nuestra oración y danos tu Espíritu para que vivamos cumpliendo siempre y en todo tu voluntad. Por Jesucristo.


Comunión

Oh, Señor, yo no soy digno/a
de que entres en mi morada,
mas di una sola palabra
y mi alma quedará sana.


Avisos

IV. EPIFANÍA DEL SEÑOR

6 de Enero

§ MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos a la celebración de la Epifanía del Señor. Esta Fiesta nos invita a reconocer con gozo que Dios, su Luz que es Jesús, ha nacido para todas las personas, sin ninguna frontera humana ni física.

El método para descubrir a Jesús parece ser el dejar cosas y ponerse en camino, como hicieron los pastores el día de Navidad y como hacen hoy los magos de Oriente. He aquí todo un desafío y un aliciente para nuestra fe.

Iniciamos nuestra celebración cantando.

§ CANTO DE ENTRADA Y PROCESIÓN

Hoy la paz bajó del cielo. Hoy brilla una nueva luz.

Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado.

Canta el cielo con los hombres

la salvación de nuestro Dios.

1 El Señor me ha dicho: «Tú eres mi Hijo;

yo te he engendrado hoy».

2 Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,

entre esplendores sagrados.

§ ACTO PENITENCIAL

La Luz de Dios ha llegado a nuestra vida en Jesús. Pidamos perdón por todo lo que nos aparta de esta Luz:

- Cuando la oscuridad cubre a gentes y pueblos, y no hacemos nada por llevarles luz. Señor, ten piedad.

- Cuando nos creemos únicos merecedores del amor de Dios, y creamos separaciones y exclusivismos. Cristo, ten piedad.

- Cuando rechazamos la Luz porque pone en evidencia nuestra forma de vivir y de actuar. Señor, ten piedad.

La gloria del Señor amanece sobre ti

Lectura del libro de Isaías 60, 1-6

¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz;

la gloria del Señor amanece sobre ti!

Mira: las tinieblas cubren la tierra,

y la oscuridad los pueblos,

pero sobre ti amanecerá el Señor,

su gloria aparecerá sobre ti.

Y caminarán los pueblos a tu luz,

los reyes al resplandor de tu aurora.

Levanta la vista en torno, mira:

todos ésos se han reunido, vienen a ti;

tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.

Entonces lo verás, radiante de alegría;

tu corazón se asombrará, se ensanchará,

cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar

y te traigan las riquezas de los pueblos.

Te inundará una multitud de camellos,

de dromedarios de Madián y de Efá.

Vienen todos de Saba,

trayendo incienso y oro,

y proclamando las alabanzas del Señor.

Sal 71, 1-2. 7-8. 10-11. 12-13

R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud. R/.

Que en sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna;

que domine de mar a mar,

del Gran Río al confín de la tierra. R/.

Que los reyes de Tarsis y de las islas

le paguen tributo.

Que los reyes de Saba y de Arabia

le ofrezcan sus dones;

que se postren ante él todos los reyes,

y que todos los pueblos le sirvan. R/.

Él librará al pobre que clamaba,

al afligido que no tenía protector;

él se apiadará del pobre y del indigente,

y salvará la vida de los pobres. R/.

Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos de la promesa

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 2-3a. 5-6

Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro.

Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio.

Venimos de Oriente a adorar al Rey

Lectura del santo evangelio según san Mateo 2,1-12

Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes.

Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:

- ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.

Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.

Ellos le contestaron:

- En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: «Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel».

Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:

- Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.

Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.

§ ORACIÓN DE LOS FIELES

El mejor regalo que cada uno hemos recibido de Dios, de nuestros padres y de la Iglesia, es la fe que nos llena de confianza; pidamos ahora a Dios Padre que atienda nuestra oración, diciendo: ¡Señor, danos tu Luz!

· Por la Iglesia, para que, fiel a su labor evangelizadora, no olvide que es una Iglesia universal, que debe ir al mundo entero sin ninguna limitación. Oremos.

· Por todos los padres y madres, para que sepan descubrir y enseñar a sus hijos el regalo de la fe, el valor del compartir, y la madurez para comprender que las cosas no nos pueden esclavizar. Oremos.

· Por los que vienen de lejos, hombres y mujeres que dejan sus tierras y familias buscando un futuro mejor, para que reciban nuestra acogida, respeto y solidaridad. Oremos.

· Por nuestra comunidad parroquial, para que, viviendo en la Luz de Dios, sepa acoger a las personas y compartir con ellas el tesoro de la fe. Oremos.

Oración: Señor, danos tu Luz, la que viene de Jesús y alumbra nuestras vidas, para que caminemos por senderos de justicia y de paz. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo.

BENDICIÓN FINAL

Dios, Padre de bondad,

que os ha llamado de las tinieblas a su Luz admirable,

derrame sus bendiciones sobre todos vosotros

y afiance vuestros corazones en la fe, la esperanza y el amor.

Amén.

Y a todos los que estáis aquí reunidos,

queriendo vivir como discípulos de Jesús,

Luz que alumbra en las tinieblas,

os haga testigos veraces de su Amor ante todos los hombres.

Amén.

Para que así nos encontremos con Cristo,

Luz sobre toda luz,

a quien los Magos reconocieron como el Salvador.

Amén.

Y la bendición de Dios

Padre, Hijo y Espíritu,

descienda sobre todos vosotros.

Amén.



VOLVER